La casa Garriga Nogués

El Museu de l’Art Prohibit está en la casa Garriga Nogués, un edificio declarado bien de interés cultural y ubicado en el centro de L’Eixample de Barcelona. Se trata de una joya arquitectónica de inspiración modernista de principios del siglo XX, obra del arquitecto Enric Sagnier, que consta de planta baja y cuatro pisos. En el interior de las zonas nobles, destacan una escalera monumental y las salas, con las decoraciones y los vitrales originales, que combinan elementos clasicistas y modernistas.

El edificio responde a la tipología de casa entre medianeras, característica del barrio de L’Eixample, que ideó Ildefons Cerdà para que Barcelona creciera fuera de las murallas. Originariamente, la planta baja estaba dedicada a locales comerciales; el piso principal, a la vivienda del propietario; y el resto de los pisos, que disponían de una escalera independiente, se alquilaban.

En la fachada principal, destacan cuatro grandes ménsulas esculpidas, del escultor modernista Eusebi Arnau. Son cuatro figuras femeninas que representan las edades de la vida y que, en forma de cariátides, sostienen el balcón corrido del primer piso. El vestíbulo de acceso se organiza en torno a cuatro columnas con el capitel seudocompuesto, que soportan un techo plano con decoración de grotescos. Al fondo y a la izquierda, hay una escalera que conduce a la primera planta, independiente de los otros pisos, con una balaustrada y decoración de follaje, modernista. El resto de los elementos de este sector, cubierto con claraboya de vidrios policromados, son de estilo clásico. El vidriero Antoni Rigalt, autor de vitrales como el del techo del Palau de la Música Catalana y el del primer piso de la casa Lleó i Morera, se ocupó también de los de la casa Garriga Nogués.

Enric Sagnier, el arquitecto con más obra construida en Barcelona

Enric Sagnier i Villavecchia (1858-1931) fue uno de los arquitectos que más trabajó para la alta burguesía de Barcelona, aunque su nombre no es tan conocido como el de otros arquitectos modernistas. Además de la casa Garriga Nogués (1901), realizó, entre otros proyectos, la casa

Roger Vidal (1890); la casa Juncadella (1891); el colegio de Jesús-María (1897); la Aduana del Puerto, junto con Garcia Fària (1902); la torre Arnús, en el Tibidabo (1903); o el Palacio de Justicia, con Domènech i Estapà (1911). Por todo ello, ni el barrio de L’Eixample ni la Ciudad Condal se pueden entender sin el talento de este creador, que mezcló, con acierto y sin complejos, diferentes estilos en más de 300 construcciones. No en vano, Sagnier ostenta el título de arquitecto con más obra construida en Barcelona, aunque a veces su trabajo se haya visto eclipsado por el de figuras más mediáticas, como Gaudí o Domènech i Montaner.

Una casa con mucha historia

El banquero Rupert Garriga-Nogués i Miranda encargó a Sagnier la construcción de esta casa. Residió en ella con su familia hasta que estalló la guerra civil. Después, la casa fue ocupada por el colegio religioso Sagrados Corazones de Jesús y de María; y, durante los años 1983 y 2004, fue la sede del Grup Enciclopèdia Catalana, que llevó a cabo una primera rehabilitación.

No es la primera vez que los bajos y la planta noble de la casa Garriga Nogués se convierten en un espacio expositivo. Entre los años 2007 y 2008, el arquitecto Jordi Garcés i Brusés hizo una nueva reforma para transformar el edificio en un hotel, así como los bajos y la planta noble en la Fundación Francisco Godia, institución que se estableció en este edificio desde el 2008 hasta el 2015 para exhibir su colección permanente.

Después, y hasta el 2020, fue el lugar elegido por la Fundación Mapfre en Barcelona, especializada en fotografía; y, actualmente, este magnífico edificio es la sede del Museu de l’Art Prohibit.